Los beneficios de la mantequilla de toda la vida 

De la misma forma que hubo un tiempo que se repetió hasta la saciedad que el aceite de oliva o el pescado azul no eran recomendables, se dijo que la margarina era más saludable que la mantequilla. Pues no, en este artículo vamos a repasar los múltiples beneficios de este alimento tan natural como antiguo, y especialmente si lo consumimos ecológico, y más aun si procede de leche cruda de vacas alimentadas con pasto.

También explicamos por qué es mucho más dañiña la margarina y una receta sencilla para hacer que nuestra mantequilla habitual sea todavía más ligera, digestiva y sana.
Rica en vitaminas

La mantequilla contiene todas las grasas liposolubles: la A, la D, la E y la K.

* Vitamina A: interviene en el crecimiento, mejora la hidratación (piel, mucosas, pelo, uñas, dientes y huesos), mejora la visión y es un antioxidante natural.

* Vitamina D: regula el metabolismo del calcio y el del fósforo.

* Vitamina E: es un antioxidante natural. Mejora el sistema inmunitario y es antiinflamatoria

* Vitamina K2: previene la caries y fortalece los huesos
Rica en minerales
La mantequilla contiene sobre todo selenio y yodo, pero también manganeso, cromo, zinc y cobre, entre otros.

* Selenio: protege contra las enfermedades del corazón y el cáncer

* Yodo: necesario para un buen funcionamiento de la tiroides.
Contiene ácidos grasos

Estos ácidos grasos, entre los que destacamos los omega-3, los omega-6 y el ácido araquidónico, son imprescindibles para nuestro organismo. Refuerzan el sistema inmunológico, impulsan el metabolismo, mejoran el funcionamiento cerebral, nutren la piel, etc.
No aumenta la grasa corporal

La mantequilla, consumida con moderación, no aumenta la grasa corporal, ya que los ácidos grasos que contiene no se almacenan y además da sensación de saciedad.
Es muy nutritiva

Es un alimento que nos nutre muchísimo tomando poquita cantidad, lo que lo hace ideal para niños, deportistas, personas con poco apetito, en épocas de frío, etc.
Es muy sabrosa

El intenso sabor de la mantequilla nos ayuda a enriquecer muchas recetas, sobre todo en respostería.
Cuidado con la margarina

Curiosamente la mantequilla ha sido criticada a la vez que se daban a conocer las bondades de la margarina. Sin embargo, mientras que la mantequilla es un alimento natural, procedente de las vacas, y consumido a lo largo de la historia, la margarina es una creación artificial de las últimas décadas a base de aceites vegetales de dudosa calidad que han pasado varios procesos para obtener una textura sólida, para blanquear los aceites, para darle un color más amarillo, para darle sabor, para conservarla, etc. Además, cualquier vitamina que pueda llevar ha sido añadida también artificialmente.

La margarina es tan calórica o más que la mantequilla y contiene grasas trans, que son altamente dañinas para nuestro organismo, y se ha demostrado que elevan el riesgo de sufrir enfermedades coronarias. Aunque la margarina no debería contener colesterol por ser de origen vegetal, lo cierto es que estas grasas trans también producen un aumento del colesterol malo.

10 alimentos que envejecen y que se deberían evitar 

Hábitos tan comunes como tomar el sol en exceso o fumar pueden convertirse en responsables de un envejecimiento prematuro. Sin embargo, también los alimentos pueden contribuir a este proceso con la aparición de arrugas y la elasticidad. Se tratan de factores externos que podemos controlar, por lo que te recomendamos que te pongas manos a la obra desde este momento. A continuación te detallamos los 10 alimentos que envejecen y que deberías evitar.
1-Grasas trans

En una dieta saludable nunca tienen cabida. Obstruyen las arterias, aportan calorías vacías y resulta muy fácil de detectarlas porque las encontrarás sobre todo en la comida procesada y dulces. Consiguen que pierdas la elasticidad de la piel.

2-La sal

Decántate por una alimentación pobre en sal para conseguir una piel más joven. El exceso de este producto consigue elevar la presión sanguínea, que entre otras cosas provoca una reducción en la producción de colágeno y origina flacidez.

3-Café

Se trata de la segunda bebida más consumida por las personas. Por las mañanas resulta algo sagrado para la mayoría. Sin embargo, excedernos con su consumo puede acelerar la fase de envejecimiento. También provoca deshidratación, que puede conducir a la piel a perder luminosidad.

4-Azúcares

El exceso de azúcar consigue acelerar el envejecimiento de la piel. Lo notarás porque se muestra un aspecto más hinchado y apagado. Sin embargo, sí que deberías incrementar la ingesta de fruta fresca.

5-Carnes rojas

Lo adecuado sería tomar este tipo de alimentos un par de veces a la semana. Al parecer, la alta presencia de carnitina provoca un envejecimiento prematuro de la piel debido al endurecimiento delos capilares.

6-El alcohol

Al igual que ocurre con el café, también provoca deshidratación y contribuye a la aparición de bolsas y de hinchazón en los ojos.

7-Hidratos de carbono simples

Hace referencia sobre todo a la pasta blanca y harinas refinadas. Contribuyen a la ruptura del colágeno y la elastina de la piel. El resultado será una piel con más arrugas y menos flexible. En este caso, lo aconsejable sería adoptar una dieta más rica en productos integrales.

8-Conservantes de la carne

Los embutidos y salchichas cuentan con sulfitos, que entre sus propiedades tiene la aceleración del proceso de envejecimiento. Además provocan inflamaciones y alteraciones que no resultan nada beneficiosas.

9-Los alimentos muy picantes

El picante puede convertirse en algo muy peligroso para aquellas personas que tengan una piel delicada. Entre otras cosas porque dilata los vasos sanguíneos y se pueden acabar rompiendo. La piel presentará un mal aspecto. No hace falta que tengas una piel delicada para que esto ocurra.

10-Refrescos ricos en azúcar
Ya se sabe que los refrescos resultan poco saludables para la salud debido al alto contenido en azúcares, que pueden provocar sobrepeso y otras enfermedades importantes. Pues también contribuyen a este envejecimiento de la piel al provocar que las células mueran con más facilidad. La mejor alternativa pueden ser las infusiones, zumos, agua o cerveza sin alcohol.

Trucos para comer dulce sin engordar, y cómo picar entre horas

 
Cuando estamos a dieta la ingesta de calorías extra está casi prohibida, sin embargo ¿a quién no le apetece un dulce de vez en cuando? ¡En este blog te damos unos pequeños trucos para sucumbir a la tentación de picar entre horas!
Y es que también forma parte de una vida sana disfrutar de los pequeños placeres como algunos dulces.

Dulce sí, pero mejor por la mañana. El organismo trabaja mejor con la insulina por las mañanas, por lo que, el consumo de carbohidratos por la mañana aumenta la energía, no las reservas de grasas. Además, aumenta la serotonina, y por lo tanto, reduce la sensación de ganas de dulce a lo largo de la tarde.

Apuesta por piezas de fruta sabrosas o zumos. ¡Convierte a tu batidora en tu aliada en la merienda! Los zumos caseros no sólo sacian sino que aportan beneficios extras si los preparas con frutas naturales. Los zumos de naranja y manzana son bajos en calorías a la misma vez que desintoxicantes y los zumos de piña con papaya, además de ser diuréticos y tener pocas calorías previenen la aparición de celulitis.

Cámbiate al chocolate puro. Evita el chocolate con leche ya que tiene un elevado contenido en azúcar. Pásate al chocolate negro y puro, apenas tiene azúcares, ya que suele estar compuesto casi al cien por cien de cacao.

La moda de beber agua alcalina: ¿Es bueno o malo para la salud?

Cuando se trata de la salud, el agua es fundamental para nuestro organismo, de hecho, ninguna otra sustancia lo es tanto. Beber agua es en sí mismo un gesto muy beneficioso para nuestra salud. Pero, ¿cuántas veces hemos oído hablar del agua alcalina? Se supone que este tipo de agua que es menos ácida que el agua del grifo, y que por lo tanto debería ser mejor. Vamos a comprobar si es cierto.
Sobre el agua alcalina: el agua alcalina es rica en compuestos alcalinizantes, incluyendo calcio, sílice, potasio, magnesio y bicarbonato. Algunas personas afirman que una dieta más alcalina -incluyendo el uso de agua alcalina- puede ayudar a reducir la acidez del cuerpo, y por tanto conducir a una mejor salud y estado físico.

Pero ahora bien, ante la pregunta de si vale la pena comprar este tipo de agua para obtener sus ventajas o solo es una tendencia cuestionable, pues claro, todo depende.»Alcalina» se ha convertido en una palabra de moda en los círculos de salud. Pero la idea de que todo el mundo necesita «alcalinizar» resulta algo excesivo.

El concepto con agua alcalina es la siguiente: El agua del grifo contiene diferentes elementos disueltos que influyen en su nivel de pH. El agua pura tiene un nivel de pH próximo a 7. El agua alcalina tiene un pH superior a 7, así que la idea es que para crear un equilibrio más alcalino en su cuerpo, debemos beber agua con un pH más alto. Pero esto tampoco resulta del todo saludable, ya que cada organismo tiene un pH único, y nuestros cuerpos, naturalmente, hacen un trabajo fantástico de mantener el pH de la sangre dentro de cada respectivo umbral.

Además, debemos tener en cuenta que la alcalinidad total del cuerpo no es siempre algo bueno. Por ejemplo, si padecemos una enfermedad renal o estamos tomando un medicamento que altera la función renal, algunos de los minerales en el agua alcalina podrían empezar a acumularse en nuestro cuerpo. En este caso, la alta alcalinidad puede dar lugar a efectos secundarios negativos.

En cambio, entre los posibles beneficios del agua alcalina se encuentra el hecho de que podría mejorar nuestra salud intestinal al ofrecer propiedades desinfectantes adicionales, que ayuda en la protección de microorganismos peligrosos.

Por otro lado, si hay un grupo que puede beneficiarse de beber agua alcalina es el que forman los deportistas. Esto es debido a que el ejercicio intenso estimula los músculos para producir más iones de hidrógeno que se puede eliminar de manera eficiente. Por lo tanto, aumenta la acidez y la fatiga. Beber agua alcalina puede mejorar la capacidad amortiguadora del cuerpo y templar la acidez, lo que mejora nuestro rendimiento.

La dulce historia de la repostería

La historia de la repostería parece transcurrir paralela a la del azúcar, pero esto no ha sido siempre así. En realidad la repostería, tal como la conocemos hoy, apenas cumple 200 años de historia.

El gusto por lo dulce es tan antiguo como la humanidad, aunque durante muchos siglos las únicas fuentes de dulzor conocidas fueron las frutas y la miel. En la Biblia y en el Corán hay numerosas citas de la miel y de los frutos secos, que combinados y elaborados convenientemente daban lugar a ricos postres.

imageEl dulzor de la caña de azúcar procedente de oriente llega al mundo occidental durante la edad media, como una exquisitez reservada a las mesas de los aristócratas. Las farmacias, así como los conventos y monasterios fueron los encargados del desarrollo de la repostería en esta etapa en la que el azúcar se tomaba en ocasiones especiales y se usaba también como método de conservación, por ejemplo, de la leche en forma de leche condensada. El consumo de azúcar en esta época se combinaba con otros endulzantes y esencias como la vainilla o la canela, recordemos que el chocolate no llegó a Europa hasta la conquista del nuevo mundo.

Durante la época de Napoleón, y como consecuencia del bloqueo naval impuesto por los ingleses, se empezó a obtener azúcar de la remolacha. Desde esa fecha histórica en el mundo de los dulces se ha producido una auténtica revolución del azúcar, pasando de las mesas reales a las despensas del pueblo.

En el siglo XIX los franceses inventan el “dessert”, palabra que tiene su origen en el verbo “desservir” o “recoger la mesa”. Cuando la mesa queda libre de platos y copas, llega el momento de las sorpresas dulces. El auge de la repostería y la confitería vino acompañado del incremento en el nivel de vida de los siglos XIX y XX y éstas han alcanzado un nivel de especialización y refinamiento muy elevado en sólo 200 años.

imageClaro que el siglo XX ha sido el siglo en que hemos empezado a preocuparnos por todos esos problemas, de salud o de estética, que entran por la boca. El azúcar se convirtió rápidamente en uno de los productos de más consumo y eso, como cualquier exceso, repercute en problemas de salud de todo tipo. Hoy en día se calcula que un 70% de los españoles deben, por un motivo u otro, suprimir, reducir o controlar el consumo de azúcar. Durante las últimas décadas del siglo XX, la revolución de lo “light” y las famosas “dietas de adelgazamiento” invadieron nuestro mundo. Actualmente se está comprendiendo que esa tampoco es una propuesta “equilibrada”.

La función de los alimentos en el siglo XXI será la de proporcionar salud y energía. La repostería deberá adaptarse a esa tendencia, buscando nuevas y variadas fuentes de dulzor. Hoy sabemos que la variedad es esencial para que no haya excesos ni carencias en nuestro organismo, por lo que uno de los caminos que sigue la repostería es el de conocer los distintos tipos de edulcorantes y emplearlos de la forma más conveniente según el tipo de ingrediente que vayamos a endulzar. Otra tendencia es la utilización de frutas de temporada, especias, esencias, quesos o frutos secos. Esto es de algún modo una vuelta atrás, a los orígenes de nuestras tradiciones de lo dulce y a la naturaleza. Porque en lo natural y en lo variado encontramos finalmente el sano equilibrio.